Bajo el parámetro del idealizado festival musical en verano rondan conceptos como cabezas de cartel, tiendas de campaña, masas de gente y propuestas convencionales. Ahora bien, cuando se habla del festival Sin Sal San Simón, estos conceptos no son aplicables. Manteniendo una identidad clara y una apuesta hacia el talento emergente, se cumplen doce ediciones llenas de descubrimientos musicales, logrando un equilibrio claro entre la vanguardia y lo clásico, y teniendo como premisa básica ser un festival diferente por antonomasia. Y también así ha sido este 2014.
Los conceptos en su cartelería han sido claros: 3 días, un barco, auga. Y su propuesta musical, una vez desvelada contemplaba los nombres de Jacco Gardner, Jambinai, Bel Bee Bee, Mdou Moctar o Wire. Por tanto, expectativas generadas cumplidas. Concretamente, destacamos las propuestas de Jambinai, con su post-rock de carácter oriental y que hizo de la isla un lugar casi místico. También los australianos Ginger & The Ghost, sustituyendo a Frikstailers en la jornada del domingo y también la artista californiana presentando su trabajo “Pain is beauty”, Chelsea Wolfe.
Como propuestas más clásicas contemplamos el concierto de Wire, que a pesar de su veterana experiencia hicieron vibrar el escenario Son Estrella Galicia. El cierre de la jornada del domingo, pese a un cambio repentino de horarios lo dio la banda procedente de Jaén Blam de Lam, presentando su trabajo “La máquina y el movimiento”.
Está claro que el festival Sin Sal Estrella Galicia es ya un todo referente en lo que a música emergente se refiere, podiéndose comparar, a pesar de su concepto innovador y original, a festivales como el Milhoes de Festa, celebrado en Portugal (festival que compartió algunos de los artistas que tocaron en esta nueva edición del Sin Sal San Simón como Chelsea Wolfe o Mdou Moctar) o el festival recientemente celebrado en la localidad de Foz (Lugo), Vrao Sons Independentes. De cualquier manera, nada se puede comparar con la experiencia de estar rodeado de un paraje natural protegido, aislado, y rodeado de mar como lo es la Isla de San Simón.











