El reggaeton no es un estilo de música, ni es cultura. En muchos casos sus arrítmicas melodías van acompañadas de letras que incitan a la violencia y lo que es peor degradan la condición de la mujer a meros objetos.
Para denunciar esto nace una impactante campaña colombiana que advierte de lo dañinos que pueden ser los conceptos que se manejan en sus letras. Y no es moralina. Esto no es el conservadurismo de los años 50 contra el rock and roll, ni el choque generacional de los años 60 y 70 en pro de los derechos civiles. Nada tiene que ver con el hiphop, aunque se empeñen en clasificarse como un subgénero, que denunciaba la lucha de clases en los barrios marginales de EEUU. No es lo mismo y dudo que nada de lo que llegue del reggaeton pueda llegar a tener la trascendencia que inició Kool Herc en 1973.
Las mujeres no son objetos sexuales, son seres humanos y como tal no merecen agresión barata ni insultos que degraden su condición.
«A ella le gusta que le den duro y se la coman…» – Daddy Yankee
La campaña es una iniciativa de los fotógrafos Alejandra Hernández, Lineyl Ibáñes y John Fredy Melo. Ha causado bastante revuelo en su país y en redes sociales generando un acalorado debate.
Para ello se han servido de representaciones literales de extractos de las letras más populares conocidas. Imágenes que incomodan al espectador al denunciar los comportamientos violentos exaltados por sus autores.
¿Qué opinas? ¿Resulta efectiva o exagerada esta campaña?
Fuente: http://www2.esmas.com